Lo que la vida te da

Hoy, dando vueltas a lo mucho que me está dando la vida en este momento, me asalta la certeza de que todo eso que la vida nos da, si queremos que sea realmente fabuloso, implica que demos algo a nuestra vez, que a eso que se me da debo a mi vez darle algo y que debo descubrir qué es. 

Cuando nos hacemos conscientes de que la vida continuamente está poniendo algo fabuloso en nuestro camino, despertamos también al hecho de que debemos corresponder y tratar de descubrir qué es lo que la vida nos pide que le demos. 

Me explico: he pasado en Madrid un maravilloso fin de semana cuyo cierre ha supuesto un fantástico e inesperado regalo. Este fantástico regalo inesperado ha sido una rama de la familia con la que no he tenido apenas trato a lo largo de mi vida. Ha sido un reencuentro genial, lo he disfrutado mucho y me ha dejado muchas ganas de crear una relación con todos ellos. He descubierto unas personas estupendas: fuertes, valientes, alegres, generosas... 
Así que la vida me ha regalado una familia estupenda; el regalo ya existía pero hasta este momento yo no había sido consciente de su existencia.

Pero a lo que íbamos: me regala algo genial así que ¿que podría ofrecer yo a cambio? Y no es a la vida en general a la que se lo debo, es a estas personas que surgen en mi camino ¿Qué me pide la vida con respecto a ellas?

Creo que sé lo que es, creo que por eso, de todos los momentos posibles, es ahora cuando nos hemos encontrado.

Lo mismo ocurre con otro regalo fabuloso que el destino ha puesto en mi camino. Estaba yo tan encantada diciéndome eso de Qué genial, qué suerte guauu y tal y sí, muy genial y mucha suerte pero creo que no tiene nada que ver con lo que yo imaginaba. Al preguntarme para qué estaría la vida poniendo eso en mi camino, ha surgido la respuesta y no pasa por donde yo pensaba, o mejor, yo creía que era un regalo sin más y lo es, pero hay una respuesta que debo dar si ese regalo ha de lucir en todo su esplendor.

Y aunque os parezca mentira, si lo que me dan ambas cosas es absolutamente genial, lo que me piden lo es más todavía porque me pone en camino a mí misma y me plantea el reto de crecer y de poner cosas a funcionar para poder ser útil y sostener su corazón. 

Quizá siempre sea eso lo que nos pide la vida, quizá no nos pida otra cosa salvo eso, que sostengamos con todo el amor que seamos capaces de generar el corazón de aquellos con los que compartiremos una parte del camino.

Así, las cosas que nos da la vida nos las regala, y eso en sí es maravilloso. Pero, si somos conscientes del valor del regalo y nos preguntamos para qué se nos ha ofrecido eso, entonces es cuando asoma la tarea de nuestra vida; descubrimos entonces un universo desconocido que demanda de nosotros lo mejor que llevamos dentro, eso que únicamente nosotros somos capaces de dar. 


Un saludo, herman@s caminantes

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